3. Ciclo Celular
¿Por qué se dividen las células?
Todas las células provienen de células. Esta noción, establecida por el médico alemán Rudolf Virchow a mediados del siglo XIX, expresa la importancia crucial de la reproducción celular para todos los organismos vivos. Las células se reproducen por división celular, en la que una célula madre da lugar a dos células hijas.
¿Qué ocurre durante el ciclo celular eucarionte?
Las células recién formadas adquieren sus nutrimentos del entorno, sintetizan otros componentes celulares y crecen. Después de un tiempo variable (dependiendo del organismo, el tipo de célula y los nutrimentos disponibles) la célula se divide. Cada célula hija puede entrar en otro ciclo celular y producir más células. Muchas células, sin embargo, se dividen únicamente si reciben señales para hacerlo, como hormonas de crecimiento, que las incitan a pasar a otro ciclo. Otras células pueden diferenciarse y ya no volver a dividirse.
El ciclo eucarionte consta de la interfase y la división celular.
El ciclo celular eucarionte está dividido en dos fases importantes: interfase y división celular (FIGURA 9-7). Durante la interfase, la célula adquiere nutrimentos de su entorno, crece y duplica sus cromosomas. Con la excepción de la división meiótica, la división de la célula reparte una copia de cada cromosoma y aproximadamente la mitad del citoplasma (con mitocondrias, ribosomas y otros organelos) a cada una de las dos células hijas.
Durante la interfase, la célula crece en tamaño, replica su ADN y a menudo se diferencia
Casi todas las células eucariontes pasan la mayor parte de su tiempo en interfase. Por ejemplo, algunas células de la piel humana,
que se dividen alrededor de una vez al día, pasan en interfase unas
22 horas.
La interfase comprende tres fases: G1 (la primera suspensión de la síntesis del ADN y la primera fase de crecimiento),
S (síntesis del ADN) y G2 (segunda interrupción de la síntesis del
ADN y segunda fase de crecimiento).
Inmediatamente después de formarse por división celular,
una nueva célula hija entra en la fase G1 de la interfase. Durante
la fase G1, la célula realiza hasta tres actividades. En primer lugar, casi siempre crece en tamaño. En segundo, se especializa o
diferencia para realizar alguna función específica. Por ejemplo,
casi todas las células nerviosas generan largas proyecciones, llamadas axones, con las que se conectan con otras células, mientras
que las células hepáticas producen bilis, proteínas como factores
de coagulación y enzimas que eliminan la toxicidad de muchos
compuestos tóxicos. En tercer lugar, la célula es sensible a señales
internas y externas con las que “decide” si se divide. Si la decisión es positiva, la célula entra en fase S, cuando ocurre la síntesis
de ADN (replicación del material genético). A continuación, la
célula pasa a la fase G2, durante la cual crece otro poco y luego
sintetiza las proteínas que necesita para dividirse.
Durante la división mitótica
La división mitótica consiste en una división del núcleo (llamada mitosis), seguida por la división
del citoplasma (la citocinesis). La palabra “mitosis” proviene del
término griego que significa “hilo”; durante la mitosis, los cromosomas se condensan y aparecen como delgadas estructuras filamentosas vistas a través del microscopio óptico. La citocinesis (“movimiento de la célula” en griego) es la división del
citoplasma en dos células hijas.
La mitosis da a cada núcleo de las hijas una copia de los
cromosomas duplicados de la célula progenitora.
La citocinesis
deposita un núcleo en cada célula hija. Por tanto, la división mitótica produce dos células hijas que son genéticamente idénticas
entre sí y a la célula madre, y que contienen cantidades iguales
de citoplasma.
La división mitótica tiene lugar en todos los organismos
eucariontes. Es el mecanismo de la reproducción asexual de las
células eucariontes, incluyendo organismos unicelulares como
la levadura, la Amoeba y el Paramecio, y organismos multicelulares como la Hydra y el álamo. La división mitótica, seguida
por la diferenciación de las células hijas, permite al óvulo fecundado convertirse en individuo adulto con, quizá, billones
de células especializadas. Gracias a la división mitótica, un organismo puede mantener sus tejidos, muchos de los cuales necesitan reemplazos; por ejemplo, para reparar partes dañadas
por una herida o incluso regenerar partes completas. La división
mitótica es también el mecanismo por el que se reproducen las
células madre.
En el siguiente video encontrara una explicación acerca de esta lectura.
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