Discapacidades congénitas
¿Qué son las anomalías congénitas?
Primero hay que definir congénito.
Congénito significa presente desde el nacimiento.
De modo que, se entiende por anomalías congénitas un conjunto de alteraciones que tienen un origen prenatal, que están presentes desde el nacimiento, visibles o no. Esa presencia -advertida o no- puede tener diferentes causas.
En general, las anomalías congénitas presentan una severidad viable. Algunas suelen ser detectados durante los primeros días después del nacimiento e incluso, en muchas ocasiones, se detectan antes del nacimiento (prenatalmente). Existen algunas anomalías con alta severidad que generan letalidad intrauterina.
Tipos de anomalías congénitas
Las anomalías congénitas pueden ser estructurales o funcionales.
Entendemos por anomalías congénitas estructurales aquellas que involucran alteraciones morfológicas. Es decir, que afectan algún tejido, órgano o conjunto de órganos del cuerpo. Algunos ejemplos son: hidrocefalia, espina bífida, fisura de labio y/o paladar, cardiopatía congénita.
Y anomalías congénitas funcionales son aquellas que interrumpen procesos biológicos sin implicar un cambio macroscópico de forma; involucran alteraciones metabólicas, hematológicas, del sistema inmune, entre otras. Algunos ejemplos son: hipotiroidismo congénito, discapacidad intelectual, tono muscular disminuido, ceguera, sordera, convulsiones de inicio neonatal.
Anomalías congénitas estructurales
Entre las anomalías congénitas estructurales pueden encontrarse anomalías mayores y menores.
Las anomalías mayores implican un daño significativo en la salud. estas anomalías explican la mayor parte de las defunciones, la morbilidad y la discapacidad relacionada con las anomalías congénitas. Tienen consecuencias médicas, sociales o estéticas significativas para los afectados y por lo general, requieren de tratamiento médico y/o quirúrgico y de rehabilitación. Por ejemplo: la displasia de cadera, requiere un tratamiento ortopédico o las fisuras de labio y/o paladar, que deben ser reparadas quirúrgicamente. La mayoría de las anomalías mayores requiere un abordaje multidisciplinario o integral del defecto (Fonoaudiólogos, kinesiólogos, etc), a fin de restablecer lo más cercano a la normalidad la condición del paciente.
Algunas de las anomalías mencionadas son externas o evidentes a simple vista, como la espina bífida, las fisuras del labio o del paladar o la gastrosquisis (defecto del cierre de la pared abdominal) y otras son internas porque no son visibles a simple vista y requieren instrumentos, diagnósticos para su identificación: las cardiopatías (donde está alterada la forma y/o el funcionamiento del corazón), las anomalías renales y la malrotación intestinal. Son anomalías que no se ven pero, si se sospechan, se puede descubrir mediante ecografías, radiografías u otros estudios.
Las anomalías menores, frecuentemente en la población, generalmente no implican ningún problema de salud importante, ni tienen consecuencias sociales o cosméticas. Por ejemplo: cuello corto, angiomas pequeños, una sola arteria en el cordón umbilical, entre otros.
Sin embargo, en muchos casos, la presencia de una o más anomalías menores (visibles), se puede asociar a una o más anomalías mayores (que pueden estar ocultas). Las personas que tienen 2 anomalías menores tienen una probabilidad de aproximadamente el 10% de presentar una anomalía mayor. Si el individuo tiene 3 o más anomalías menores, esta probabilidad aumenta al 25%.
por lo tanto; la presencia de dos o más anomalías menores debe llevar a descartar la presencia de una anomalía mayor que podría implicar un problema de salud más grave.
Anomalías congénitas funcionales
Las anomalías congénitas funcionales, son aquellas que interrumpen procesos biológicos sin implicar un cambio macroscópico de forma. La mayoría son trastornos secundarios a un cambio de información genética o son de origen multifactorial, cuyo resultado no afecta el desarrollo macroscópico de las estructuras anatómicas del bebé sino la función postnatal de órganos y sistemas. A medida de ejemplo imaginemos una casa recién estrenada, con muebles, lámparas y electrodomésticos totalmente nuevos, pero sin electricidad. Por más que la estructura es adecuada, la funcionalidad de los aparatos es nula; esto mismo sucede con este tipo de anomalías.
En el siguiente video encontraras explicación a las enfermedades genéticas.
Causas de las anomalías congénitas
Las anomalías congénitas obedecen a un conjunto amplio -y complejo- de causas diferentes. En su origen intervienen factores genéticos, ambientales o una interacción de ambos.
Las anomalías congénitas, entonces, suelen clasificarse en aquellas de causa predominante genética, porque involucran alteraciones en la información genética, aquellas que consideramos mixtas o multifactoriales, que se originan por la interacción de múltiples genes de predisposición, pero habitualmente se expresan en presencia de factores ambientales desencadenantes y finalmente aquellas de causa predominante ambiental, producidas por agentes ambientales nocivos que interfieren el desarrollo fetal normal durante el embarazo.
Los factores genéticos son algunas de las causas de las anomalías congénitas. Tengamos presente que:
[Congénito no es sinónimo de genético; congénito significa presente desde el nacimiento y genético quiere decir que involucra alteraciones al nivel de la información genética]
[Anomalías congénitas de causa predominantemente genética; son factores genéticos aquellos que se deben a alteraciones a nivel del material genético].
Las
anomalías congénitas de causa predominantemente genética
se clasifican según cuál sea la magnitud del cambio
en la información genética, en: enfermedades
cromosómicas y enfermedades
monogénicas.
El cuerpo humano
está formado por células. Cada
célula tiene en su estructura un núcleo y un citoplasma.
En el núcleo de cada una de ellas se encuentra
toda nuestra información genética. Imaginemos
dicha información como si la célula fuera una casa en donde se
desarrollan todas las
actividades
vitales, dentro de esa casa hay una sala
(núcleo) con una biblioteca compuesta por 46 libros
(23 que proceden de mamá y 23 de papá) que tienen
toda la información y todas las instrucciones para
llevar adelante todos los procesos vitales. Dichos
libros se denominan cromosomas, por lo que todos
los seres humanos tenemos 2
juegos de 23 cromosomas o, lo
que es lo mismo, 23 pares. Los pares del 1 al 22 son iguales en hombres
y mujeres. El par número 23 está compuesto por los cromosomas sexuales. Las mujeres tienen
dos cromosomas X y los hombres
un cromosoma X y un cromosoma Y. Adentro
de cada uno de los 46 libros o cromosomas la
información se organiza en capítulos y cada capítulo
está compuesto por muchas palabras. ¡Hay muchas
palabras! Algunas de esas palabras son muy
importantes y se denominan genes. Los genes (que
son aproximadamente unos 25,000) son las palabras
que contienen las instrucciones que controlan
el funcionamiento de nuestro cuerpo, es decir,
cada gen determina un rasgo o
característica estructural o
funcional. Los cromosomas y los genes se diferencian
por su nivel de organización
(un cromosoma=libro, está compuesto
por muchas palabras=genes). El lenguaje o
idioma en el que se escriben las palabras que forman
el libro, se llama ADN.
Las enfermedades cromosómicas se producen por una alteración en los cromosomas, ya sea en el
número o la estructura de
alguno de ellos por una pérdida o ganancia
de grandes pedazos de información genética, reordenamientos
de segmentos cromosómicos o incluso
de un cromosoma entero. Esto determina que
el embrión no tenga todas las instrucciones para desarrollar
adecuadamente sus órganos y tejidos. Si
retomamos el ejemplo de la biblioteca donde los cromosomas
son los 46 libros de información, las
anomalías en el número o
numéricas hacen referencia a la existencia de libros de más o de menos
(por ejemplo: bibliotecas compuestas
por 47 o 45 libros), mientras que
las anomalías en la estructura
o estructurales hacen
referencia a libros cuyo número es correcto (46), pero en el interior de algunos de ellos,
los capítulos pueden estar
ausentes o cambiados de lugar.

Estas
alteraciones cromosómicas suelen producir manifestaciones
en el fenotipo, (las características visibles
de una persona como el aspecto físico, las conductas
y el funcionamiento del cuerpo).
Por
ejemplo:
En el
síndrome de Down, los individuos tienen un
cromosoma de más en el par 21 (tienen 47 cromosomas
en total). Estas personas tienen ciertos
rasgos específicos, discapacidad intelectual y también
pueden verse afectados el corazón, los ojos, los
oídos y la tiroides. Otros
ejemplos de anomalías cromosómicas: Trisomia 13
(Síndrome de Patau), Trisomia 18 (Síndrome de Edwards),
Monosomía del X (45, X) o Síndrome de Turner,
o el Sindrome de Klinefelter (47, XXY).
Entonces:
Son ENFERMEDADES CROMOSÓMICAS,
aquellas que SE DEBEN A
ALTERACIONES EN EL NÚMERO O EN LA ESTRUCTURA
DE LOS CROMOSOMAS. Las
alteraciones cromosómicas pueden ocurrir por
primera vez en una persona, o pueden estar presentes
en sus padres balanceadas (sin expresión) o desbalanceadas
y trasmitirse a la descendencia.
Las enfermedades monogénicas son aquellas que están causadas por la alteración (mutación)
en un solo gen principal. Siguiendo con el ejemplo de la biblioteca,
en ese caso, los libros de la
biblioteca están correctos en número y forma,
pero al interior de sus capítulos, alguna de las palabras
está mal escrita. Estas
alteraciones en las palabras (mutaciones) pueden haberse
heredado de mamá, de papá o de ambos. A veces,
las mutaciones ocurren por primera vez en un bebé
sin antecedentes familiares para esa enfermedad, entonces
decimos que son nuevas o “de novo”.
Por ejemplo:
La
acondroplasia o enanismo simple es una condición que
está determinada por la alteración a nivel de un solo
gen. Las personas que la sufren son personas cuyos
huesos de las piernas y los brazos crecen menos de
lo habitual. Son personas que pueden llevar una vida
normal pero el diagnóstico nos permite reconocer y cuidarlos de las complicaciones a las que
pueden estar expuestos por su
condición genética. Otros
ejemplos de etiología génica: Fibrosis quística, hiperplasia
suprarrenal congénita, fenilcetonuria, galactosemia,
déficit de biotinidasa,
neurofibromatosis, Sindrome de Noonan,
poliquistosis renal o la esclerosis tuberosa.
Entonces: Son
ENFERMEDADES MONOGÉNICAS aquellas causadas
por la ALTERACIÓN O MUTACIÓN
DE UN SOLO GEN PRINCIPAL. Las alteraciones monogénicas heredadas son
aquellas que también están
presentes en los padres y son
alteraciones monogénicas “de novo”, aquellas que
se originan por primera vez en una persona en forma
espontánea. En caso de las enfermedades recesivas,
la persona afectada recibe el alelo anormal
de cada progenitor, siendo ambos padres portadores
asintomáticos.
Anomalías
congénitas de causa mixta o multifactorial
La
información genética no es todo. Una persona desarrollará
ciertas enfermedades no sólo a causa de
su información genética sino también según la presencia
de ciertos factores que llamamos -de modo
general- ambientales. Esto es especialmente evidente en este tipo de anomalías donde intervienen varios pares de genes ubicados
en diferentes locus formando
una red de interacciones muy
sensible a los factores ambientales.
El ambiente incluye, por ejemplo, lo que las personas comen, sus hábitos (como fumar o consumir alcohol), si tienen acceso a agua
potable, si descansan lo
suficiente o si están expuestos a
contaminantes en su trabajo o vivienda, las bacterias,
los virus, la ingesta vitamínica, los medicamentos,
entre otros factores.
[LOS GENES
NO TRABAJAN SOLOS, INTERACTÚAN CON
EL AMBIENTE.]
En las
anomalías congénitas mutifactoriales el componente
genético está dado por múltiples genes
cuyas variantes en sumatoria dan un fondo de
predisposición o
susceptibilidad genética que, en interacción con factores del medio
ambiente, determinan la
ocurrencia de ciertas enfermedades.
Los científicos han estudiado en las plantas y
los animales cómo el ambiente influye en el desarrollo.
En el caso de las plantas, por ejemplo, un
suelo abonado y con buenas condiciones de luz y temperatura
acelera el desarrollo. Dos ejemplares de plantas
idénticos genéticamente, desarrollan hojas más
anchas y tallos más largos si se cultivan en las condiciones
benignas de un valle que si se siembran en
la alta montaña. Lo mismo
ocurre en los seres humanos. Una persona puede
heredar los genes para ser alto, pero si no se alimenta
bien no alcanzará la estatura que hubiera logrado
si se hubiera nutrido adecuadamente.
Estas variaciones nos permiten incluir una nueva categoría
dentro de las anomalías de causa genética, donde
es posible clasificar gran cantidad de anomalías
congénitas de origen
multifactorial o mixto. La mayoría de las anomalías congénitas parecen
reflejar una combinación de
herencia y entorno. Se
producen por la acción conjunta
de diferentes genes que, interactúan entre
sí y determinan cierta predisposición para padecer
la enfermedad. Estos genes de predisposición se expresan sólo si están presentes también algunos factores
ambientales desencadenantes, que hacen que el
efecto genético se manifieste.
Ejemplos
de este tipo de herencia multifactorial son malformaciones
de los recién nacidos tales como:
Las
fisuras de labio y paladar, que se deben
a ciertos genes de predisposición que están muy
estudiados, pero, que se expresan con mayor probabilidad
si la mujer fuma durante el embarazo.
La displasia/luxación de cadera, que se deben a genes de predisposición, pero el
riesgo de que se produzca
aumenta si el bebé al momento de nacer
esta “sentado” en la pelvis (en presentación podálica),
en vez de estar “de cabeza”.
Los defectos del tubo neural como la espina bífida, ya que algunos genes
confieren cierta susceptibilidad,
especialmente cuando la dieta de la mujer
no es suficientemente rica en ácido fólico.
Anomalías
congénitas de causa predominantemente
ambiental
Las
anomalías congénitas también pueden ser de causa
predominantemente ambiental, cuando esto sucede,
se dice que estuvieron presentes agentes
ambientales llamados teratogénicos. Los agentes ambientales teratogénicos más frecuentes que pueden producir anomalías
congénitas si la madre se
expone durante el embarazo son:
la presencia de ciertas enfermedades crónicas en la madre (por ejemplo: diabetes)
el consumo de ciertos medicamentos paratratar problemas de salud de la madre (como
por ejemplo:anticonvulsivantes,
varios inmunosupresores)
algunas infecciones como la rubéola, la varicela, el citomegalovirus y la
toxoplasmosis, si son
contraídas durante el embarazo
otros factores, como por ejemplo: la fiebre alta o
radiaciones ionizantes a altas
dosis.
Todos
ellos aumentan el riesgo de anomalías congénitas.
El uso de medicamentos durante
la gestación, en especial
durante las primeras semanas de embarazo
puede afectar al embrión en desarrollo. Medicamentos
tales como la talidomida-que ocasionalmente
se usa para el tratamiento de la lepra y el ácido retinoico -empleado
frecuentemente para el
tratamiento del acné- deben ser completamente evitados
durante el embarazo. Es
responsabilidad de todos los
trabajadores de la salud, prescribir medidas anticonceptivas
adecuadas preferentemente dos métodos
anticonceptivos para la paciente durante los tratamientos
con fármacos teratogénicos y explicar los
riesgos asociados al mismo. Cuando se trata de medicamentos que están indicados por problemas de salud de la
madre, el médico debe analizar
si son mayores los beneficios o
los riesgos de consumirlos durante el embarazo, o si es necesario reemplazar un medicamento
por otro.
En el siguiente video encontraras de forma resumida explicación para esta lectura.
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